El cuerpo nació para interactuar con el espacio, por eso tiene la virtud de adaptarse a él. Dentro de esta adaptación existe una intención muy fuerte de  apropiarse del espacio a tal punto de tomarlo como posesión y convertirlo en algo más personal. La apropiación de un espacio personal está guiado por la intención de estar cómodo y poder dominar el espacio que nos rodea. Esto apoyado de la idea en la que el espacio también se convierte en algo muy personal e íntimo. Lo que lleva a que la gente esconda sus secretos y no se sienta cómoda si alguien intenta entrar a su espacio. Más allá de eso, se podría decir que el espacio se apropia de la persona y se convierte en un reflejo de esta misma. 

Lo curioso de la relación entre el cuerpo y el espacio es que cada persona tiene una forma distinta de enfrentarse a este último. Esto quiere decir que a pesar de tener espacios muy parecidos, las personas perciben y consumen el espacio de manera muy distinta. De aquí se puede pensar que la gente realmente está cómoda en su espacio personal porque crean dentro de él un mundo único y personal que quieren alejar de las manos del resto de personas. En este estudio de fotografía se trabajará con diferentes percepciones la manera como la gente interactúa con su propio espacio personal y con los de los demás.